Poner al paciente en el centro de la investigación oncológica es un enfoque que puede marcar la diferencia. Esta es la principal conclusión de la jornada celebrada hoy en Salamanca con motivo del Día Mundial de la Investigación en Cáncer, un evento que ha servido para reflexionar sobre el futuro de la oncología bajo la presidencia de Su Majestad la Reina.

La jornada, además, se ha enmarcado en la celebración del 25º aniversario del Centro de Investigación del Cáncer (CSIC-Universidad de Salamanca), un referente nacional en la lucha contra esta enfermedad.

Durante el encuentro, los expertos han reafirmado el objetivo de superar el 70 % de supervivencia en cáncer para el año 2030, una meta ambiciosa que requiere un cambio de paradigma en la investigación. Una de las claves para lograrlo es escuchar y dar voz a quienes viven esta realidad de primera mano: los pacientes. Este enfoque no solo humaniza la investigación, sino que la hace más precisa y eficaz, al centrarse en las necesidades y desafíos reales que enfrentan las personas.

En este contexto, se ha destacado el programa pionero Patient Advocacy, una iniciativa única en España que está transformando la investigación oncológica. El programa permite la incorporación de la voz de los pacientes en los comités científicos, lo que facilita la identificación de necesidades clínicas desde la experiencia vivida y el desarrollo de soluciones médicas personalizadas y más humanas.

Los resultados de esta iniciativa ya son palpables: más de 30 participantes procedentes de 10 provincias españolas (tres de ellos de la provincia de Valencia) ya están trabajando como coautores en el desarrollo de proyectos y tratamientos. Su labor contribuye a que el conocimiento científico sea más accesible y a que los tratamientos que se desarrollen sean más eficaces y menos invasivos, alineando la investigación con las prioridades de quienes más lo necesitan.

Este enfoque colaborativo y centrado en el paciente forma parte de una tendencia global hacia una investigación médica más inclusiva, que valora la experiencia y la perspectiva del paciente como un componente esencial para el progreso científico y la mejora de la calidad de vida de las personas.