La inapetencia, inflamación de la boca, alteración del gusto de los alimentos, náuseas, vómitos o diarreas pueden tener un efecto negativo importante en la nutrición y en el estado general del paciente.
Mantener una alimentación adecuada durante el tratamiento puede serte de gran ayuda, ya que, te permitirá estar más fuerte para tolerar mejor el tratamiento y los efectos secundarios.
Por esta razón, debes informar a tu oncólogo radioterápico o médico cuando comiencen a aparecer los síntomas.