La alimentación consciente es concentrarnos en la comida que ingerimos, poniendo atención a los pensamientos, emociones y sensaciones que suceden antes, durante y mientras comemos. Es decir, que nos enfoquemos y seamos conscientes de la experiencia que vivimos mientras nos alimentamos.
Con el ritmo de vida que llevamos hoy en día, muchas veces nuestra atención no está plenamente centrada en lo que estamos realizando. Solemos hacer varias actividades a la vez (por ejemplo, utilizar el móvil) o tenemos prisa (y comemos rápido, en unos pocos minutos). La alimentación consciente pretende que nos centremos en el acto de comer, que aprendamos a notar la saciedad y a diferenciar entre el hambre física y la emocional. Es decir, que escuchemos a nuestro cuerpo e identifiquemos las señales que nos indica cuándo debemos comer o no hacerlo, apreciando los sabores, texturas, olores y colores de un alimento.
La alimentación consciente no es una dieta. No se trata de renunciar a ningún alimento ni de seguir unas normas alimentarias. Las personas, cuando se puede, son libres de elegir qué y cómo comer en cada momento, siendo conscientes de las sensaciones de nuestro cuerpo en el “aquí y ahora”. Por último, cabe destacar que la alimentación consciente presenta diversos beneficios sobre la salud.
¿Cómo comer de forma consciente?
Para llevar a cabo una alimentación consciente en tu día a día es necesario prestar atención a tu forma de comer de un modo integral. A continuación te indicamos una serie de consejos y pautas que pueden ayudarte: